El fluido carmesí inicia su
recorrido a través de los canalículos. A medida que discurre, cada una de sus
distintas regiones anatómicas se tornan rosáceas, como si las hubiesen
insuflado vida a través de una cánula. En las retinas se expande un nuevo árbol
nervioso y el iris se colorea de esmeralda. El fluido riega los órganos vitales
y, con la contracción brusca de los músculos, se forman sus primeros espasmos
musculares. Cuando el líquido rojizo alcanza la parte superior de la cabeza, genera
una corriente eléctrica, una descarga que se extiende por un complejo entramado
de túbulos engarzados entre sí provocando una especie de sinapsis. Se originan
los primeros pensamientos y, con ellos, la capacidad de raciocinio y el habla. “Creadora, ¿qué soy?”.
La transición se ha completado. Se ve a sí
misma sobre una silla, encadenada a decenas de finos tubos de silicona,
pequeños cilindros traslúcidos que surgen de todos los rincones de la estancia.
“Un recuerdo, cariño, no eres más que un recuerdo”. La creadora permanece de
espaldas a su creación, impertérrita. Responde con tal sosiego que bien podría
haber sido un murmullo. En el interior del ser se origina una respuesta de un
sistema protolímbico sintético, formado por haces de distintas aleaciones
metálicas. “¿Qué es un recuerdo?”.
La creadora toma una bocanada de
aire y detiene su actividad. Torna todo su cuerpo y sus ojos entran en contacto
con los de ella, esmeralda con esmeralda. “Verás, cielo, un recuerdo es la
fotografía de un instante pasado que la memoria guarda y distorsiona. Tú eres
el recuerdo físico y distorsionado de una época pasada. Una época más feliz, en
la que él y yo te vimos crecer, madurar, equivocarte y acertar. En la que de esa
cabecita tuya caía una larga melena áurea y no mechones heterogéneos de
cabellos, circuitos y cables.”. Los músculos artificiales de su ceño se
fruncen, en ella se genera una nueva duda. “¿Fe...liz?”.
La creadora suspira y de su boca,
a su vez, surge una nueva explicación. “La felicidad es un estado de ánimo
creado por diversas hormonas, como la serotonina, la oxitocina o la dopamina.
Es cierto, aún no he creado un sistema hormonal complejo para ti. Únicamente
posees un soporte simple que te permite subsistir a costa de permanecer anclada
a ese conjunto de túbulos. Estás incompleta”. El ser asiente. El rosado de sus
mejillas vira hacia un blanco lechoso. Comprende el razonamiento. “Entiendo,
soy un recuerdo porque estoy incompleta”.
El cuerpo de la creadora retorna
a su posición original. El contacto visual se pierde. Un líquido transparente
recorre la piel de la zona superior de sus pómulos, el recorrido se inicia en
la zona orbital, en los orificios lacrimales de la creadora. “Sí, cielo, estás
incompleta. Eres tan sólo su recuerdo”.
De nuevo, enhorabuena. Es una buena definición del recuerdo, un elemento bastante complejo,¿no?. Sin embargo, he visto la esencia de ello, sobre todo en la característica de "distorsionado".
ResponderEliminarPdt: al imaginarme la escena, no he podido evitar pensar en "Black Mirror".
D. Merino.
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