Ella, La Noche




Se hizo un manto de seda con las estrellas y se envolvió en él. Debajo, escondía uno por uno sus secretos: sus valles y sus montañas, sus lunas y lunares. Su larga y parda melena ondeaba salvaje, como cada mota azulada en sus pupilas, como el azul desteñido del cielo nocturno que la arropaba. Salvaje y libre. Sí, libre.

En su cabeza asomaba una cornamenta caoba; en su boca, unos caninos color marfil. Toda ella era salvaje. Toda ella era leyenda, fábula, mito; sí, toda ella era un ser mitológico. Y allí donde ella iba también iba la noche. Y allí donde ella iba también iban sus lunares, la luna y las estrellas.


Y allí donde ella iba también iba yo, que vivo por y para la noche. Porque vivo por y para ella. Y en su manto de seda me acurruco para ver las estrellas, para ver sus valles, sus montañas y cada mota azulada de sus pupilas. Encadenado y hambriento. Encadenado a donde la noche me lleve para liberarme. Salvaje y libre.
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3 comentarios:

  1. Escribes con tanta delicadeza que es imposible no emocionarse leyendo cualquiera de tus textos ♥

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    1. Qué comentario más bonito. Es imposible perder la ilusión por escribir cuando te dedican palabras como estas. Mil gracias^^.

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  2. De los textos que he leído, me parece el más paradigmático para decir lo siguiente: se siente la lírica en tu prosa, y es algo digno de mérito. Sospecho que te esfuerzas en jugar con los ritmos de las palabras. Es un estilo diferente, pero la verdad es que no es muy común. A mí me agrada mucho.

    D. Merino.

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